La forma en que se dio la Conquista en el área maya resulta
muy diferente a la manera en que tuvo lugar en otras partes de Mesoamérica, en
primer lugar porque después de que los territorios fueron sometidos los
gobernantes de las diversas etnias mayas solicitaron ante Carlos V el
reconocimiento de sus títulos de nobleza y el que se les permitiera conservar el
dominio de sus tierras aunque siempre reconociéndolo como su señor.
Es por esta razón que se escriben largos manuscritos que
detallan la genealogía de los gobernantes y su descendencia directa de los
dioses con el fin de probar ante la Corona su nobleza. Algunos ejemplos de este
tipo de textos son: el Popol Vuh, los Anales de los Cakchiqueles y el Título de
los Señores de Totonicapán. Todos ellos revelan una preocupación por establecer
quiénes gobernaban antes de la llegada de los españoles y los mótivos para
seguir gobernando. Esta es una de las preocupaciones más presentes en toda la
literatura maya, debido a la posibilidad del ascenso de aquellos a quienes no
correspondía el poder.
Otros motivos para escribir en caracteres latinos que
tuvieron los mayas fue la preservación de su cultura. Con el fin de que no se
perdieran las tradiciones que ellos guardaban tan celosamente, las
transcribieron al papel e hicieron todo lo posible por evitar que fueran
destruidas.
Mercedes de la Garza lo explica de la siguiente manera:
" ... con la Conquista española se perdió el
conocimiento de la escritura maya. Pero un pueblo de fuertes tradiciones
religiosas y un espíritu altamente conservador como el maya no podía prescindir
de sus libros sagrados. Por eso, algunos mayas nobles que habían sido educados
por los frailes españoles y habían aprendido el alfabeto latino se propusieron
preservar sus tradiciones, historia y creencias religiosas, escribiendo libros
en sus propias lenguas, pero con la nueva forma de escritura traída por los
españoles ...".
En toda esta producción literaria
se pueden distinguir dos clases de libros: los que se escribieron con fines
legales, a veces solicitados por las autoridades españolas, y los que
constituyen los nuevos libros sagrados de la comunidad. Los primeros servían
para obtener privilegios, tales como la disminución de los tributos, y para
conservar las tierras legadas por sus antepasados. Eran, por tanto, títulos de
propiedad, y como se trataba de demostrar la antigüedad en la posesión de las
tierras, hablan del origen de los linajes y la extensión de territorios.
El origen de la literatura maya
tuvo entonces una motivación sobre todo política, pero también religiosa y
cultural.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario